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Mostrando las entradas de septiembre, 2019

Mi tormento

No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma, de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti. Muero de ti y de mi, muero de ambos, de nosotros, de ese, desgarrado, partido, me muero, te muero, lo morimos. Morimos en mi cuarto en que estoy solo, en mi cama en que faltas, en la calle donde mi brazo va vacío, en el cine y los parques, los tranvías, los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza y mi mano tu mano y todo yo te sé como yo mismo. Morimos en el sitio que le he prestado al aire para que estés fuera de mí, y en el lugar en que el aire se acaba cuando te echo mi piel encima y nos conocemos en nosotros, separados del mundo, dichosa, penetrada, y cierto , interminable. Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos entre los dos, ahora, separados, del uno al otro, diariamente, cayéndonos en múltiples estatuas, en gestos que no vemos, en nuestras manos que nos necesitan. Nos morimos, amor, muero en t

Mi poema favorito

LA VIDA Et stultorum infinitus est numerus Ecle. L.XV Es la vida risa y llanto; y los hombres, a fe mía, son locos que en romería marchan para el camposanto. Y veo con placer profundo que los cuerdos son tan pocos, que es un hospital de locos todo el ámbito del mundo. Si a tanto loco perverso tratáramos de encerrar, preciso era circundar de muros el universo. En las necias bataholas del mundo que tanto miente, la gente empuja a la gente como a las olas las olas. Cada edad ¡oh contratiempo! a quien la tierra se traga, es una onda que se apaga sobre los mares del tiempo. Porque la vida, en verdad, del hombre, reptil rehacio, es burbuja en el espacio, es nada en la eternidad. ¿Y la historia?... Ese vestigio sólo enseña, por mi nombre, que el hombre es mono del hombre y un siglo plagia a otro siglo. Hoy, como antes, diviniza lo absurdo el hombre ¡qué horror! y cuando cambia de error sueña que se civiliza. Entre brumas tenebrosas los errores

De mis mas duros tormentos la ausencia de LAV

Puedo  escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los

Deseos

Por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso... yo no sé qué te diera por un beso. Autor del poema:  Gustavo Adolfo Bécquer