Tedio

Tedio.

He vivido en la superficie de las cosas.
Mas viví también por fortuna en las palabras.
Ellas iban incorporándome a la lentitud
Penetrando las estaciones de mi piel
dilatando la malla amarga de los días
Rastreando el frío y el calor en los seres
Zambulléndose en el amor hasta salir al tedio
En el tedio hasta dar en la esperanza
En la esperanza hasta emerger en el asombro
Sin yo quererlo o porque lo quería.
Las palabras maravillosamente incapaces de compromiso.
No soy un juglar de la descomposición. Acaso amo sobre todas las cosas
el lugar del canto del pinzón
La aérea ebriedad de las mimosas
Y el minuto con memoria del beso de los amantes.
Pero hay que ir hasta el fondo
Correr el riesgo de abrazarse en la resistencia de las cosas
Para sacar acaso la cabeza al otro lado del espejo
O en el frescor de un nuevo meridiano.

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